HUACAPAMPA

martes, 10 de noviembre de 2009

Una visión mítica que enlaza los orígenes de Huacapampa y, por ende, de Celendín, con nuestra prehistoria y con el presente, con la época en que los reinos de la región combatían con los incas y con nuestra formación política actual, en la pluma siempre exhuberante del viejo maestro Pedro García Escalante, El Búho (La redacción).

HUACAPAMPA
Vista de la antigua y bella Huacapampa


Por Pedro García Escalante, El Búho

Cuando llegó la gran serpiente tricéfala que avanzaba del sur, una de sus cabezas tomó dirección al sinchado de Choctamalca. El sinchi Wallquishaua venció a la falange invasora en Yuquibamba, mientras las otras cabezas vencían al Apu Sinchi Anco Huaraca de Cashamalca en Cuntibamba, Huacraruco y Matara. La suerte estaba echada y Sinchi Wallquishaua, en un rasgo de audacia, al caer la noche, robó a las coris del palacio del Apu Sinchi, siendo perseguido por el feroz Llancar, al mando de uno de los ejércitos del Inca, trabándose mortal combate en las orillas de la laguna Mishacocha.

Viéndose vencido Wallquishaua ordenó el retiro de sus fuerzas y por una cueva secreta de la laguna pasaron al otro lado del Atun Mayo (Marañón) dejando despoblado el territorio en donde hoy se ubica la provincia de Celendín, incluyendo el gran Huachinorco (Huacapampa)
En 1533, tras la muerte de Atabaliba, las ñustas y coris del palacio real huyeron a las punas orientales, amparadas por Titu Atauchi y fracciones del ejercito imperial destruido hasta las verdes y floridas pampas del valle de Huachinorco en donde lloraron amargamente la pérdida del imperio de la felicidad. A este lugar Rumiñahui y Titu Atauchi, le llamaron Huaccac Pamba, la llanura del llanto, de donde se deriva el nombre de Huacapampa.
Cuando los españoles y portugueses que poblaban la zona, por sugerencia de Martínez de Compañón compraron del Rey de España la hacienda de este suelo, encontraron pocos indígenas y entre 1660 y 1802 se repobló con familias de origen español y portugués.
Cuando la nueva población se elevó a la categoría de Villa, exceptuada de la jurisdicción de Cajamarca en 1802, Huacapampa fue anexo de Celendín, y en 1862 de Lucmapampa.
Al proclamarse la independencia en 1821, esta jurisdicción tomó la categoría de caserío de Huacapampa, perteneciente a Celendín y, en 1862, al crearse el distrito de Lucmapampa, fue incorporado a éste.
Cuando Celendín fue elevado a la categoría de provincia, siguió dependiendo de Lucmapampa hasta 1887, año en que el presidente Andrés Avelino Cáceres, lo exaltó a la categoría de distrito de la provincia de Celendín, con el nombre de Huacapampa. El distrito conservó su nombre hasta 1940 en que el presidente Manuel Prado le cambió de nombre por distrito de Jose Galvez, con su capital Huacapampa, hasta hoy.
(Escrito de 1952)

Fuente: La Espina de Maram, abril 2007, Publicado por CONSTANTE VIGIL.

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